
Guía para adjuntar «cosas» en Webmail
Una vez tengamos abierta la ventana para redactar un nuevo mensaje o responder a otro debemos fijar nuestra atención en la parte inferior de esta, justo bajo la palabra “Adjuntos”. Un atajo para ubicarse rápidamente es clicar sobre la palabra “Adjuntos” de la parte derecha.
Desde aquí podremos ir adjuntando archivos o mensajes de correo (deben estar previamente guardados) seleccionándolos en la ventana que se abre al clicar sobre “Examinar” o sobre el propio rectángulo a la derecha.
Y aunque sólo se podrán adjuntar de uno en uno, pues no permite la selección múltiple, es muy sencillo seguir adjuntando ya que aparecen nuevas casillas conforme vamos seleccionando archivos a adjuntar.
Otro detalle cuando adjuntamos es la posibilidad de insertar el adjunto en el propio cuerpo del mensaje seleccionando “En línea” a la derecha de la casilla del archivo, que por defecto está en “Adjunto”. Aunque es una buena opción hay que tener en cuenta que sólo funcionará si quien reciba el correo, o más bien el programa de correo, pueda mostrar los adjuntos en línea, si no es así se mostrarán como adjuntos normales.
Llegados a este punto podríamos enviar el mensaje sin más, pues no es necesario realizar ninguna otra acción para que los adjuntos se adjunten (valga la redundancia) en el mensaje. Sin embargo, si quisiéramos cambiar algo de alguno de los adjuntos será necesario pulsar sobre “Actualizar” a la derecha. Tras esto veremos al final de la ventana la información de cada adjunto, y ahí podremos cambiar la forma en que se adjuntará el archivo o la descripción de este, o eliminarlo (siendo esta la única forma de hacerlo); debiendo pulsar de nuevo en “Actualizar” para que se efectúen estos cambios.
Unos últimos apuntes sobre el funcionamiento de los adjuntos se refiere a las dos preguntas que vemos a continuación de la casilla del adjunto. Ambas están pensadas para ahorrar espacio, especialmente cuando los adjuntos son de tamaño considerable.
- La primera determina si los adjuntos se guardarán junto al mensaje en la carpeta de “Enviados”, por eso por defecto aparece marcado “No” para evitar que el servidor se sobrecargue con todos los adjuntos que enviemos.
- La segunda indica si el adjunto se vinculará al mensaje (opción “Sí”), o si se enviará como adjunto normal (la opción marcada por defecto). Si optamos por vincular el adjunto, el/la destinatario/a recibirá el mensaje sin adjuntos y con un enlace para descargarlo, lo que reducirá el tamaño del mensaje al no llevar adjuntos pero nos hará depender del estado del servidor o de la propia conexión a internet cuando el/la destinatario/a quiera descargarlo.
Así pues, las opciones marcadas por defecto son las habituales para un normal funcionamiento del mail, y las que desde aquí recomendamos usar.